[ 17 de abril del 2018 ]

"Kunsten at græde i kor" ("El arte de llorar en coro"), película dirigida por Peter Schønau Fog y basada en la novela de Erling Jepsen, quien ha declarado que la historia es una narración parcialmente autobiográfica.
Sí, la mezcla es bastante difícil, ya que son temas extremadamente tabú en el cine, pero créanme que logra hacerlo sin caer en ningún momento en lo burdo.
Ese es un merito que le ha entregado a la cinta el reconocimiento tanto de la crítica como también del gusto del público.
Creo que para haber logrado lo anterior, ayudó que la historia haya sido narrada bajo el inocente punto de vista de un niño de once años. Su visión logra de cierto modo "suavizar" los terribles hechos descritos en el argumento.

Gran trabajo actoral de cada uno de los miembros del reparto.
Destacable lo realizado por el entonces pequeño Jannik Lorenzen en el protagónico; también debemos destacar a su padre en la ficción, el actor Jesper Asholt, quien logra crear un perturbado personaje que solamente alivia sus tendencias suicidas cuando consigue hacer llorar a los demás... de ahí el título.
Película absolutamente recomendada.
La película mezcla temas muy delicados y por supuesto muy difíciles de aceptar, pero todo lo hace sin caer en tremendismos gracias al uso de un agudo y negro sentido del humor.

Ese es un merito que le ha entregado a la cinta el reconocimiento tanto de la crítica como también del gusto del público.
Creo que para haber logrado lo anterior, ayudó que la historia haya sido narrada bajo el inocente punto de vista de un niño de once años. Su visión logra de cierto modo "suavizar" los terribles hechos descritos en el argumento.
La historia nos lleva a inicio de los años 70. La vida no resulta fácil para Allan, de 11 años. Su padre padece "nervios psíquicos" y amenaza frecuentemente con suicidarse. Su madre ha tirado la toalla, su hermano mayor se ha ido de casa y la pequeña lechería de la familia no marcha bien. Cuando su hermana mayor deja de "pasar las noches" en el sofá con su padre, dependerá de Allan mantener unida a la familia...

Gran trabajo actoral de cada uno de los miembros del reparto.
Destacable lo realizado por el entonces pequeño Jannik Lorenzen en el protagónico; también debemos destacar a su padre en la ficción, el actor Jesper Asholt, quien logra crear un perturbado personaje que solamente alivia sus tendencias suicidas cuando consigue hacer llorar a los demás... de ahí el título.
Película absolutamente recomendada.
¿TE GUSTÓ ESTA PUBLICACIÓN? TU OPINIÓN ACÁ ES IMPORTANTE, POR ESO NO TE OLVIDES DE COMENTAR ANTES DE IRTE Y TAMPOCO TE OLVIDES DE COMPARTIR LA PUBLICACIÓN EN TUS REDES SOCIALES, ES LA FORMA DE QUE EL BLOG SE MANTENGA CON VIDA. ¡GRACIAS!
- TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR -
- COMPARTE ESTA PUBLICACIÓN -