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Película "La Campana del Infierno" ("La cloche de l'enfer") del año 1973, coproducción franco-española, considerada en España como "LA MÁS MALDITA" de su industria fílmica. Todo ello guarda relación con el lamentable fallecimiento de Claudio Guerín, su director, mientras participaba del rodaje.
Claudio Guerín, tras dirigir "La Casa de las Palomas" (1971) con Ornella Mutti y Lucía Bosé, llegaba a su natal Galicia para rodar La Campana del Infierno, película por la cual se sentía muy entusiasmado y encariñado.
Pese que la muerte es un tema que está muy presente en la historia de la película, nadie por supuesto esperaría que ésta escapara de la ficción.
Faltando un par de semanas para que el rodaje de la película finalizara, y mientras revisaba pormenores técnicos en la torre del campanario de la iglesia de San Martiño de Noia ("La Coruña"), Guerín pierde el equilibrio y cae desde 20 metros de altura; mientras está en el aire, advierte que su cuerpo se dirige a los pinchos de la reja que está a los pies de la torre. Según testigos, Guerín retuerce su cuerpo para no chocar con los pinchos, lo logra, pero su destino ya estaba sellado; su cuerpo se estrella contra el suelo. Claudio Guerín muere a pocos minutos del accidente, mientras luchaba intentado pronunciar algunas palabras.
De ese modo se acabó la vida de un joven y prometedor director de cine, que por aquellos años era pareja de la también famosa directora española Pilar Miró (1940-1997). Hoy existe una cruz en el punto exacto en donde Guerín golpeó el suelo. Hay gente que afirma que la caída de del director no fue un accidente, sino que se trató de un suicidio. Prueba de ello no existe.
Curiosamente, cuenta la leyenda que los lugareños refieren a los foráneos que el frontón de aquella iglesia está condenada a la asimetría; y que si posee un sólo torreón, es porque el cantero se mató mientras levantaba el campanario, dejando su trabajo sin acabar. Quien lo finalice correrá la misma suerte. En efecto, Guerín emplazó ahí su cámara, en un torreón anexo y ficticio, corriendo finalmente la misma suerte que el cantero.

Dentro del numeroso material grabado para la película, existía también una escena en donde un especialista, doble de uno de los actores, debía dejarse caer desde la torre; es por ello que muchos de los vecinos que día a día se agolpaban a ver las grabaciones, aplaudieron la caída del querido director, sin saber que todo lo que ocurría frente a sus ojos era un terrorífico accidente.
Uno de los testigos de la macabra escena de Guerín desplomándose desde la torre, fue el reconocido escritor Santiago Moncada (1928-2018), justamente guionista de La Campana del Infierno. Mondaca fue también quien contó que Guerín nunca logró montar la cinta, ni tampoco entregó detalles de como lo haría, pues según las palabras del propio Guerín: "Todo estaba ordenado en su mente".
El metraje de la película era excesivo; tiempo después del fallecimiento del director, Mondaca le pide a su amigo, Juan Antonio Bardem, que se haga cargo de lo que Guerín dejó. Juan Antonio Bardem revisa el trabajo y se encuentra con un desafío tremendo. Sin conocer la idea de Guerín, era casi imposible sacar algo en limpio. Al borde del desastre, Bardem finalmente terminaría la cinta... como pudo.

La Campana del Infierno llegó a ser elegida para ser presentada en el "Festival de San Sebastián", donde terminó siendo silbada y abucheada por el público y la crítica. Dicen los actores y los miembros del equipo, que la película pudo terminar siendo una joya, pero desgraciadamente el destino la llevó al desastre. De todos modos, la cinta hoy en día es considerada una obra de culto.
A continuación los dejo con el montaje de la cinta realizado por Juan Antonio Bardem, que en su interior posee todo aquello que grabó Claudio Guerín, y que desgraciadamente jamás podremos ver tal cual lo armó en su cabeza.
¡PLAY!
Claudio Guerín, tras dirigir "La Casa de las Palomas" (1971) con Ornella Mutti y Lucía Bosé, llegaba a su natal Galicia para rodar La Campana del Infierno, película por la cual se sentía muy entusiasmado y encariñado.
Pese que la muerte es un tema que está muy presente en la historia de la película, nadie por supuesto esperaría que ésta escapara de la ficción.
Faltando un par de semanas para que el rodaje de la película finalizara, y mientras revisaba pormenores técnicos en la torre del campanario de la iglesia de San Martiño de Noia ("La Coruña"), Guerín pierde el equilibrio y cae desde 20 metros de altura; mientras está en el aire, advierte que su cuerpo se dirige a los pinchos de la reja que está a los pies de la torre. Según testigos, Guerín retuerce su cuerpo para no chocar con los pinchos, lo logra, pero su destino ya estaba sellado; su cuerpo se estrella contra el suelo. Claudio Guerín muere a pocos minutos del accidente, mientras luchaba intentado pronunciar algunas palabras.
De ese modo se acabó la vida de un joven y prometedor director de cine, que por aquellos años era pareja de la también famosa directora española Pilar Miró (1940-1997). Hoy existe una cruz en el punto exacto en donde Guerín golpeó el suelo. Hay gente que afirma que la caída de del director no fue un accidente, sino que se trató de un suicidio. Prueba de ello no existe.
Curiosamente, cuenta la leyenda que los lugareños refieren a los foráneos que el frontón de aquella iglesia está condenada a la asimetría; y que si posee un sólo torreón, es porque el cantero se mató mientras levantaba el campanario, dejando su trabajo sin acabar. Quien lo finalice correrá la misma suerte. En efecto, Guerín emplazó ahí su cámara, en un torreón anexo y ficticio, corriendo finalmente la misma suerte que el cantero.

Dentro del numeroso material grabado para la película, existía también una escena en donde un especialista, doble de uno de los actores, debía dejarse caer desde la torre; es por ello que muchos de los vecinos que día a día se agolpaban a ver las grabaciones, aplaudieron la caída del querido director, sin saber que todo lo que ocurría frente a sus ojos era un terrorífico accidente.
Uno de los testigos de la macabra escena de Guerín desplomándose desde la torre, fue el reconocido escritor Santiago Moncada (1928-2018), justamente guionista de La Campana del Infierno. Mondaca fue también quien contó que Guerín nunca logró montar la cinta, ni tampoco entregó detalles de como lo haría, pues según las palabras del propio Guerín: "Todo estaba ordenado en su mente".
El metraje de la película era excesivo; tiempo después del fallecimiento del director, Mondaca le pide a su amigo, Juan Antonio Bardem, que se haga cargo de lo que Guerín dejó. Juan Antonio Bardem revisa el trabajo y se encuentra con un desafío tremendo. Sin conocer la idea de Guerín, era casi imposible sacar algo en limpio. Al borde del desastre, Bardem finalmente terminaría la cinta... como pudo.

La Campana del Infierno llegó a ser elegida para ser presentada en el "Festival de San Sebastián", donde terminó siendo silbada y abucheada por el público y la crítica. Dicen los actores y los miembros del equipo, que la película pudo terminar siendo una joya, pero desgraciadamente el destino la llevó al desastre. De todos modos, la cinta hoy en día es considerada una obra de culto.
Más que terror, La Campana del Infierno es una cinta de suspenso y venganza. Su historia nos dice que tras la muerte de su madre, un joven sale del hospital psiquiátrico donde fue internado por una tía. Cuando regresa a su pueblo, lleva a cabo una terrible venganza contra ella y sus tres primas.
A continuación los dejo con el montaje de la cinta realizado por Juan Antonio Bardem, que en su interior posee todo aquello que grabó Claudio Guerín, y que desgraciadamente jamás podremos ver tal cual lo armó en su cabeza.
¡PLAY!