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Aproximadamente a las 3:15 am del 13 de marzo de 1964, Kitty Genovese, de 28 años, vuelve a su casa luego de su jornada laboral. Como cada noche, Kitty estaciona su Fiat rojo en un callejón cercano y camina hacia su apartamento ubicado en el distrito de Queens (Nueva York). Kitty no se dio cuenta de que sus pasos eran seguidos por Winston Moseley de 29 años, que armado con un cuchillo de caza, procede a asaltarla. Kitty huye y pide auxilio.
Según lo publicado por "The New York Times": 38 testigos de la zona residencial escuchan los gritos de Kitty, pero 38 ventanas permanecen cerradas ignorando todo lo que ocurre.
Moseley alcanza a Kitty y la apuñala dos veces por la espalda. Kitty grita: "¡Dios mío, me apuñaló! ¡Ayúdame!". Varios vecinos la oyeron llorar, pero solo unos pocos reconocieron el sonido como un grito de auxilio. Uno de esos vecinos, Robert Mozer, gritó desde la ventana: "¡Deja a esa chica en paz!"; pero sería lo único que haría en su ayuda. Moseley escapa al escuchar el grito del vecino.
Kitty gravemente herida, se arrastra lentamente a la entrada trasera de su edificio. En agonía, aún clama por ayuda. Diez minutos después, Winston Moseley regresa, incluso sorprendido al ver que nadie hizo nada por su víctima. Winston nuevamente apuñala a Kitty, esta vez en reiteradas ocasiones, para luego violarla, robarle $49 dólares y huir. Kitty fallece. El asalto duró 30 minutos.
Más de 50 años después de lo ocurrido en aquella fatídica noche, Bill Genovese, un hombre inválido, sigue luchando. Su lucha ya no solamente contra el asesino de su hermana, sino que por encontrar una respuesta al por qué tantas personas no hicieron nada por Kitty. ¿Dónde quedó la empatía? ¿Cómo es posible que nadie mostrara un ápice de solidaridad?
La justicia le dice a Bill que abandone esta lucha, los medios y la sociedad le dicen a Bill que abandone esta lucha, incluso su propia familia y sus otros hermanos le piden a Bill que ya no más, que lo deje así. Pero no. Bill no quiere dejarlo. Y es que Bill necesita encontrar respuestas. "Por una hermana, por un hermano, todo".

"The Witness" (2015) de James D. Solomon, uno de los documentales más aterradores y dolorosos de los últimos años. Pero atentos, el documental también se encarga de desmentir una de las noticias más sensacionalistas de la historia periodística estadounidense.
¿En verdad fueron 38 testigos? ¿Acaso fueron reales todos aquellos hechos narrados en torno al caso de Kitty Genovese?
A Bill esas interrogantes casi no le importan. Lo que él quiere es que junto con desentrañar el caso, el mundo también pueda conocer quién fue realmente su querida hermana. La barwoman, la bromista, la esposa.
Tremendo documental.
Según lo publicado por "The New York Times": 38 testigos de la zona residencial escuchan los gritos de Kitty, pero 38 ventanas permanecen cerradas ignorando todo lo que ocurre.
Moseley alcanza a Kitty y la apuñala dos veces por la espalda. Kitty grita: "¡Dios mío, me apuñaló! ¡Ayúdame!". Varios vecinos la oyeron llorar, pero solo unos pocos reconocieron el sonido como un grito de auxilio. Uno de esos vecinos, Robert Mozer, gritó desde la ventana: "¡Deja a esa chica en paz!"; pero sería lo único que haría en su ayuda. Moseley escapa al escuchar el grito del vecino.
Kitty gravemente herida, se arrastra lentamente a la entrada trasera de su edificio. En agonía, aún clama por ayuda. Diez minutos después, Winston Moseley regresa, incluso sorprendido al ver que nadie hizo nada por su víctima. Winston nuevamente apuñala a Kitty, esta vez en reiteradas ocasiones, para luego violarla, robarle $49 dólares y huir. Kitty fallece. El asalto duró 30 minutos.
Más de 50 años después de lo ocurrido en aquella fatídica noche, Bill Genovese, un hombre inválido, sigue luchando. Su lucha ya no solamente contra el asesino de su hermana, sino que por encontrar una respuesta al por qué tantas personas no hicieron nada por Kitty. ¿Dónde quedó la empatía? ¿Cómo es posible que nadie mostrara un ápice de solidaridad?
La justicia le dice a Bill que abandone esta lucha, los medios y la sociedad le dicen a Bill que abandone esta lucha, incluso su propia familia y sus otros hermanos le piden a Bill que ya no más, que lo deje así. Pero no. Bill no quiere dejarlo. Y es que Bill necesita encontrar respuestas. "Por una hermana, por un hermano, todo".

"The Witness" (2015) de James D. Solomon, uno de los documentales más aterradores y dolorosos de los últimos años. Pero atentos, el documental también se encarga de desmentir una de las noticias más sensacionalistas de la historia periodística estadounidense.
¿En verdad fueron 38 testigos? ¿Acaso fueron reales todos aquellos hechos narrados en torno al caso de Kitty Genovese?
A Bill esas interrogantes casi no le importan. Lo que él quiere es que junto con desentrañar el caso, el mundo también pueda conocer quién fue realmente su querida hermana. La barwoman, la bromista, la esposa.
Tremendo documental.