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Una de las películas más fascinantes pero desconocidas de la década de los ochenta, es sin duda alguna la independiente "Miracle Mile" de 1988. La película fue escrita y dirigida por Steve De Jarnatt. Curiosamente, el guión de la película fue elegido en el año 1983 por la revista American Film como uno de los "diez mejores guiones sin llevar a la pantalla". Menos mal no se quedó solamente en eso. 💕

Steve De Jarnatt escribió el guión apenas egresó del instituto americano de cine y lo hizo para la Warner Bros, con la esperanza de poder también dirigir la película; pero el estudio quería hacerla a una escala mayor y no quería confiar el proyecto a un director primerizo como De Jarnatt.

Debido a eso, Miracle Mile pasó tres años en el limbo de las producciones, hasta que De Jarnatt optó por comprarle su propio guión a la Warner Bros por $ 25,000 dólares. Tiempo después lo reescribiría y el estudio ofreció entonces $ 400,000 para comprarlo nuevamente. ¡Un negocio redondo! ... pero Steve De Jarnett rechazó la apuesta.

La película, protagonizada por Anthony Edwards y Mare Winningham, solamente llegó a recaudar la mitad de su ya de por sí exiguo presupuesto, que fue de tres millones de dólares. Pero es hoy cuando la película obtiene un merecido reconocimiento y también el estatus de culto.



Estamos ante una propuesta que arranca de la siguiente manera:
Harry tiene una cita con Julie, una joven camarera de un café de Miracle Mile que ha conocido en un museo paleontológico. Luego de una tarde de coqueteos, han quedado a la salida del trabajo de ésta... Pero ocurre que Harry se queda dormido, y aunque corre a juntarse con Julie; ya es muy tarde.

Hasta ahí todo bastante insípido; pero el protagonista irá conociendo una gama de personajes noctámbulos y taciturnos, que nos hará recordar de inmediato a la excelente película "After Hours" (1985) de Martin Scorsese, un film pionero en cuanto a aventuras nocturnas se refiere.

Cuando Harry va a abandonar el recinto, una llamada telefónica anónima en una cabina cercana, le alerta con voz de pánico sobre una serie de acontecimientos bélicos que apenas puede llegar a comprender. Se trata de algo acerca de unos misiles nucleares que han sido lanzados por parte de los rusos en represalia a un ataque preventivo de los Estados Unidos, y que abocan a la población a tener que resguardarse ante lo que es un peligro real de destrucción masiva del planeta. El hombre al otro lado de la línea telefónica piensa que está hablando con su padre y no sabe que ha equivocado el número.

A partir de ese momento, la paranoia y la demencia se apoderan de todos aquellos que vayan conociendo el fatídico destino que les espera. Lo que era una comedia juvenil y romántica, ha mutado de forma magistral con un simple giro de guión; ahora es nada más y nada menos que un relato de ciencia ficción de supervivencia.

El desarrollo de la trama crece en interés a medida que se agota el tiempo límite de huida hacia... alguna parte. La cámara se mueve a ritmo frenético para mostrarnos la reacción de la sociedad, que producto del pánico, desata toda su locura y enajenación. El saqueo y el pillaje es mostrado en una labor de montaje simplemente espléndida por parte del director.

Lo mejor de Miracle Mile es que nos hace preguntarnos durante todo el tiempo que dura la película: ¿En verdad caerán los misiles o se trata de una broma cruel?

Afortunadamente, aquella interrogante tendrá respuesta en el último suspiro de la película. 


Por último, destacar la envolvente música compuesta por Tangerine Dream, una banda alemana de música electrónica pionera del "space rock" y en el uso de los sintetizadores. Frecuencia ochentera por donde se le mire.

Ahora es cuando debemos darle ¡PLAY!


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