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El cine georgiano es una industria cinematográfica aún muy desconocida para la mayor parte de los espectadores, pero si nos damos a la tarea de buscar un título que represente muy bien aquella industria euroasiática, entonces debemos hacer un viaje por lo que nos ha entregado el director George Ovashvili, quien en el año 2014 estrenó la grandiosa y multipremiada "Corn Island" ("სიმინდის კუნძული"), película de la cual ya les hablé hace unos años y que prontamente quiero también rescatar.
Peeeero, cinco años antes del estreno de Corn Island, George Ovashvili ya nos sorprendía con "Gagma Napiri", película conocida mundialmente como "The Other Bank" ("გაღმა ნაპირი"), y en español como "La otra orilla".
Peeeero, cinco años antes del estreno de Corn Island, George Ovashvili ya nos sorprendía con "Gagma Napiri", película conocida mundialmente como "The Other Bank" ("გაღმა ნაპირი"), y en español como "La otra orilla".

Lo que entrega Gagma Napiri es una especie de reinterpretación de la famosísima historia de "Marco, de los Apeninos a los Andes" del escritor Edmundo de Amicis. Ambas son historias bastante humanas, y eso lo digo tanto desde la barbarie como también desde la bondad.

El argumento de la película nos habla de Tedo, un niño que cansado de la triste realidad que vive día a día, decide iniciar un peligroso viaje hacia el pueblo donde nació y donde supuestamente aún está su padre. El trayecto es sumamente hostil, y sin duda alguna verá en primera persona la oscuridad que reside dentro del humano.
¿Vale la pena que cruce tantos kilómetros para visitar a su padre, aún cuando desconoce si realmente se encuentra en ese lugar?
Quizás la decisión de Tedo va más allá, y no se trata de recobrar esa figura paterna algo esencial, sino más bien el hecho de enfrentarse a una cruda realidad tanto interna como externa, para así poder comprender desde otra perspectiva cuál es su verdadero rol y propósito en la sociedad, y de paso también el de su disminuido pueblo.

Gagma Napiri posee una historia tan dramática como perturbadora; su secuencia final es uff... bueno, no digo más.
¡PLAY!